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Antonio Muñoz Molina escribía esto hace unos años:

«Me gusta escribir sobre las cosas que me gustan: compartir mi entusiasmo por lo que voy descubriendo.

Y cuando escribo sobre una película, un cuadro o una tarde de noviembre lo hago convencido de que la experiencia estética es accesible a todos y puede ser transmitida en el lenguaje más claro, y hace mejor la vida de las personas. Pero la estética contiene una ética: el eje de una vida decente creo que está en hacer lo mejor posible aquello que uno tiene que hacer, sea un artículo, un guiso de judías, un cuadro, una hora de clase, una mesa o una operación de urgencia.

En el ámbito de la propia vida cotidiana cada uno tiene posibilidades infinitas de hacer que el mundo sea un poco mejor o un poco peor. A veces se me ha ocurrido llamar a eso microética».

Tenía el texto por ahí guardado, en un documento Word con título ‘Textos salteados’, dentro de una carpeta dentro de otra carpeta dentro de otra carpeta; y me acordé a raíz del plano inicial de ‘Sacrificio’ de Andrei Tarkovski, nietzscheana en la tradición de Bergman, película que posibilita múltiples lecturas y, en mi opinión, ninguna de ellas unívoca o absoluta.

Yo, reconozco, no tengo del todo claro qué quería transmitir exactamente el bueno de Tarkovski, solo acercamientos imprecisos y parciales.

En ella, el protagonista, Alexander, es un hombre angustiado por el devenir desolador del mundo contemporáneo y la pérdida de valores, vive aterrado por el agotamiento civilizatorio y la inminencia de una catástrofe nuclear.

Alexander cree que los gestos individuales pueden contener el desastre o, al menos, perder de vista al desvalimiento máximo.

Lo colosal mediante las acciones sencillas.

En la primera imagen, un hombre sostiene un árbol junto al mar Báltico; ante el atolladero apocalíptico: cumplir, al menos, con lo suyo.

La microética desprendida y no instrumental de «hacer lo mejor posible aquello que uno tiene que hacer».

Obra muy recomendable, no sé si obra maestra; dicen que muy lenta —aunque qué es eso de lento—.